- El verdadero poder del diablo es que nadie cree en su existencia –comenzó a explicarme Iván una vez me había calmado.- Es por ello que necesitábamos implicarte en el asunto.
-¿Podíais haberme consultado, joder? Hay una chica muerta y yo no lo estoy de milagro.
- Pardo, lo sentimos de verás pero muchos otros inocentes se encuentran en peligro. Lo cierto es que no esperábamos que te localizaran tan pronto, ni sabíamos de la presencia de una vampira en la ciudad. Estábamos controlando al Barón de Bouillón, uno de los más antiguos vampiros, que lleva meses alimentándose en la ciudad y al que pretendemos dar caza. Para ello pensamos en tu ayuda pero no sabíamos cómo convencerte. Si hubiéramos acudido a contratarte nos habrías tomado por locos…
En esto no les faltaba razón, Iván continuó su explicación.
- Se trata de una guerra milenaria, Pardo. Ellos nos vigilan y nosotros a ellos. Se nos ocurrió que si te localizaban tratando con alguno de nosotros y leyendo sobre el tema en seguida se presentarían como han hecho en otros casos. Esperábamos que fuese el Barón y no uno de sus secuaces. Ahora tendremos que investigar la genealogía de la tal Isabel.
- ¿Así que sois una especie de sociedad secreta?
- En realidad, la Causa del Amanecer Eterno se trata una escisión de la Golden Dawn, la orden hermética del siglo XIX que, a su vez recogía conocimientos de los Rosacruces. El patán de Aleister Crowley forzó su disolución cuando en uno de sus alardes de ego comenzó a publicar los Secretos y a banalizar sobre el Bien y el Mal. Algunos de sus miembros se vieron en el deber de poner a salvo informaciones capitales en la lucha contra el Mal y de ahí surgen varias Órdenes y Escuelas, cada una centrada en sus Secretos. La nuestra intenta luchar contra el vampirismo aunque no estamos en nuestro mejor momento. Las grandes guerras son terreno abonado para que los chupasangres campen a sus anchas sin levantar sospecha. De hecho, se conocen los manejos de vampiros con el fin de propiciar el estallido de la Segunda Guerra Mundial y culminar su expansión hacía la URRS y de ahí dar el salto hacía Asia. Afortunadamente no lo lograron.
- ¿Por qué ese interés por Asia?
- El gran combate de la noche y el día. Ellos anhelan ser invulnerables a la luz solar, nosotros lograr el Amanecer Eterno que los confine para siempre en sus ataúdes. En Asia se encuentran algunas de las fuentes más poderosas del esoterismo. Pero, tal como están las cosas, lo único que ahora podemos hacer es apagar fuegos como el Barón de Bouillón, evitando más muertes.
- ¿Y qué os hace pensar que puedo ayudaros?
- No voy a mentirte, Pardo. Nuestra célula de la Causa no es muy poderosa mientras que el Barón sí lo es: su conversión se remonta a los tiempos de la Primera Cruzada. Necesitamos refuerzos para tener alguna oportunidad contra el diablo.
- ¿ Iván, y tú qué pintas en todo esto?
- Yo me vi implicado cuando la desaparición de mi novia. Creí volverme loco, por eso pedí a mis padres que me sacarán de Bilbao. Pero aún habré de regresar a ocuparme del tema: he leído demasiadas noticias en los periódicos que demuestran que no alucinaba cuando veía a Susana flotando y llamando a mi ventana por las noches.